Pese a que aún permanecemos en una época de sequía de lluvias de estrellas (hasta las Líridas de abril no habrá una actividad significativa), en la noche del 15 al 16 de marzo hemos detectado 5 bólidos. El más curioso de ellos es el de la imagen de portada de este artículo, tomada desde una de las cámaras de J. Zamorano (UCM) en Villaverde del Ducado (Guadalajara). Y decimos curioso porque se dirigía casi derechito hacia la localidad arriacense.
Al haberlo detectado también la estación de J. L. Salto en Àger (Lleida), perteneciente a la Red de la Universidad de Málaga (UMA) y de la Sociedad Malagueña de Astronomía (SMA), y calcular su trayectoria atmosférica, se ha advertido que, de haber seguido en línea recta habría impactado a solo 4Km al noroeste de Villaverde:
En el mapa de arriba se señala la chincheta etiquetada como «Impacto» el hipotético punto de colisión. Por supuesto que ello jamás se habría producido por dos razones. La primera es que el meteoroide se desintegró mucho antes por la fricción con la atmósfera. Además, en caso de que sobreviva material, la velocidad disminuye de una forma tan drástica que la trayectoria deja de ser recta para curvarse por la fuerza de la gravedad terrestre. Eso sí, llama la atención cómo, visto desde Villaverde, el bólido apenas si se desplazó en el vídeo ya que iba casi en la dirección del observador:
Los restantes bólidos de la noche fueron detectados por la estación de la Red UMA/SMA de J. Lopesino en Mataró (Barcelona), y también por la de Àger: